Con tantos años de práctica y enseñanza, probé muchas maneras de armar las posturas. Mirando a mis alumnos, sintiendo mi propio cuerpo, reconociendo las incomodidades. Para poder llegar a su “maduración”, las asanas (posturas) deben sentirse cómodas .
Sarvangasana, el paro de hombros, traducida muchas veces como La Vela, es una de mis posturas favoritas. Ya la practicaba intuitivamente a mis 10 años. Sus efectos equilibrantes se perciben de inmediato e influye benéficamente sobre todo nuestro sistema endocrino.
Sin embargo, suele ser complicada para casi todos los cuellos… las malas posturas, las tensiones cotiidianas hacen que nuestras cervicales suelan estar rectificadas y doloridas.
Desde mi modo de entender el yoga. siempre propongo diferentes versiones, adaptándolas a las condiciones del practicante. Así fue que llegué a esta versión que hoy les comparto. Me encanta!!!! El soporte es lo suficientemente duro y estable para que los hombros y codos estén firmes y puedan presionarlo, es ancho, y a la vez mullido por la manta. A los que tengan 6 bloques de madera y 2 mantas, se los recomiendo!